Mayo
Desde muy niña siempre he tenido un contacto privilegiado con los perros, admiraba a estos seres vivos y me sentía bien a su lado.
La vida hizo que me dedicara a una profesión equivocada hasta que en mi camino se cruzó un perro con problemas de comportamiento bastante fuertes.
Y así empecé a entrar en el mundo de los perros y a interesarme por la profesión de adiestrador.
Ejerciendo la profesión, viviendo y trabajando con los perros, me he dado cuenta de que cada día los perros me dan lecciones de convivencia, me muestran mis errores y que, realmente, son ellos mis maestros.