“El aquí y ahora”. Una frase que se utiliza mucho estos días. Y una frase que durante el Taller de Mindfulness con tu Perro se escucha mucho.   Pero ¿por y para qué? ¿Qué es realmente el Mindfulness? ¿Por qué nos enseña a vivir en el presente? ¿Cómo nos pueden ayudar los perros en esto?

En la sociedad actual nos encontramos con muchos retos, problemas, exigencias, estrés, demasiado que conseguir. A veces nos preguntamos: ¿Es verdaderamente necesario? ¿Se puede vivir mejor? Y para obtener la respuesta, hemos pedido ayuda a Raúl Fayos, nuestro maestro de Mindfulness, y a los peludos de cuatro patas, y hemos creado este taller con la finalidad de tratar la parte humana en la relación con los canes y con nosotros mismos.

ESCUELA CANINA valencia CANILAND, Educación y adiestramiento canino

Estar presente no quiere decir estar meditando 24 horas al día. Estar presente es ser consciente de lo que está ocurriendo en el momento actual, estar en ello y sólo en ello y no en mil cosas,  tal como suele estar nuestra mente.

Si estoy fregando los platos, me fijo en cómo lo hago, en el tacto de la esponja, el ruido del agua al enjuagar…  Si estoy jugando con mis hijos, soy ese pirata que ellos quieren que sea, veo y percibo la luz de sus ojos…  Si paseo con mi perro, disfruto en pleno el tacto de la hierba alta que, tal vez, ha rozado tu mano, de la cara feliz de mi compañero canino…

Parece fácil, pero no lo es. No siempre. Básicamente porque nos hemos alejado tanto de nosotros mismos, que ya no sabemos si quiera cómo somos realmente. Hazte una prueba: Intenta definirte con cinco palabras y luego di cinco cosas materiales que te pertenecen. Probablemente, te será más fácil y rápido decir las cosas materiales. ¿Por qué? Pues, justo, por la distancia con nuestro propio ser.

Pero ¡ánimo, no todo está perdido! En esta vida, casi todo se puede aprender o, por lo menos, intentarlo.  Para aprender a estar presente, hay que practicar día a día. Pasitos pequeños como cuando estabas aprendiendo a andar. Te caías, pero volvías a levantarte y, cada vez, tus pasos eran más firmes y estables. Da pasos pequeños, fáciles de conseguir y, lo que es más importante: NO TE JUZGUES. Y verás cómo, en poco tiempo, estarás presente en más y más cosas. Además, aquí es donde vienen los perros para enseñarnos.

mindfulness con tu perro

A veces no somos conscientes de la gran ventaja de convivir con un perro. Ellos nos permiten parar y observar, cosa que no solemos hacer. Miramos, juzgamos, pero no observamos. Y esto es uno de los primeros puntos importantes  del Mindfulness: LA OBSERVACIÓN. Hay que aprender a observar sin hacer juicios. Observar y aceptar la situación tal como es. Es como cuando nos ponemos una de estas pelis tontas de domingo por la tarde, de esas que dices: “No me apetece pensar”. La pones y, simplemente, observas lo que ocurre.

Pues esto mismo es lo que hacen los perros. Ellos no piensan en el pasado ni en el futuro. No entienden: “En una hora saldremos a pasear”. No se alegran cuando se lo dices, se alegran cuando coges la correa para, finalmente, salir. Viven el presente, cada momento, pero no el antes ni el después. Y es exactamente lo que deberíamos aprender a hacer nosotros.

¿Cuántas veces has adelantado problemas que todavía no existen? ¿Alguna vez has visto un perro preocupado por si alguien le quita el hueso, si está solo y tranquilo mordiéndolo? Pues, otra vez, debemos aprender a hacer lo mismo.

 

mindfulness con tu perroY si un perro tiene que solucionar algún problema, prioriza, elige el que más le urge, lo soluciona y entonces, si tiene otro, busca solución a ese. No intenta solucionarlo todo a la vez como nosotros… No lleva la mochila llena de piedras llamadas problemas que nos hunden al andar (y si la lleva, es probablemente gracias a un humano y será un caso para modificación de conducta).

Entonces, ¿ahora ya queda claro cómo nos pueden ayudar nuestros perros? Puedes elegir muchas situaciones distintas para practicar el Mindfulness junto con tu perro. Déjalo que sea tu maestro y que te guíe en tu nuevo camino. Te voy a dar unos ejemplos para empezar a practicar:

¿A tu perro le gusta jugar? Pues juega con él, pero antes intenta dejar todos los demás pensamientos aparcados. No se trata de tener la mente en blanco, sino de tenerla en lo que estoy haciendo. Y eso ahora es jugar con mi perro. Empieza a jugar, obsérvalo, mira en sus ojos cómo se dilatan las pupilas, cómo cambia la expresión de su cara. Observa cómo se mueve, cómo pone una pata delante de la otra. O cómo tira de riñón para ganarte en el tira y afloja. Observa su lengua, sus gestos, observa qué te quiere decir y cómo realmente quiere jugar.

¿Te llevas el móvil a pasear tu perro? Bien, llévatelo, pero ponlo en silencio o si estás más fuerte, prométete no mirarlo ni una vez durante el paseo. Y ahora, pon el móvil en un bolsillo (o déjalo en casa) y preparaos para el paseo. Observa la carita de tu perro cuando ve que os vais de paseo. Déjate llevar por sus emociones y deja que las mismas fluyan por tu mente. Sin más. Sonríe, ya que tu perro probablemente también está sonriendo.

mindfulness con tu perro

Proyecta un paseo que os guste a los dos (o los que seáis). Si llevas a tu perro al monte o campo y lo sueltas, observa cómo corre, cómo olfatea, cómo vuelve hacia ti feliz. Incluso si se está restregando en algo que a ti te apesta, sonríe y si no te importa, déjalo (al final es un perro) y si algo te impide que no te importe, pues con sonrisa te acercas hacia tu perro, le preguntas si se lo está pasando en grande, te dejas contagiar de su alegría y te lo llevas (más o menos apestoso). Si te lo llevas a algún sitio donde puede jugar con otros perros, olvídate de los demás humanos durante un rato, observa y disfruta viendo cómo disfruta tu perro, cómo saltan, cómo se mordisquean, cómo se persiguen…

¿Te quejas de que tu perro suelta mucho pelo? Incluso aquí te está ofreciendo una estupenda oportunidad de aprender a estar presente. ¿Cómo? A través del cepillado diario. Existen manoplas, cepillos y cardas para todo tipo de pelo, así que no hay excusa. Además, está científicamente demostrado que acariciar a un perro relaja a las personas.

Así que esta es  la siguiente receta de cómo hacer Mindfulness con tu perro. Busca 5 minutos (los tenemos todos), aparta el móvil, coge a tu perro y empieza a acariciarle y cepillarlo. Observa. Observa cómo se llena el cepillo de sus pelos, observa su tacto al recogerlo. Observa cómo se relaja tu perro, dónde le gusta más y dónde menos. Escucha los sonidos que tienes a tu alrededor y acéptalos. No tienen por qué desaparecer. Están pasando ahora y aquí. Sólo observa. Observa cómo te has relajado tú, respira.

mindfulness con tu perro

Gracias al Mindfulness no solo mejoramos nuestro estado mental, sino que también podemos ayudar a nuestro perro. Hay que tener en cuenta que si a mí me sienta algo mal, el perro es consciente de ello enseguida. Incluso muchas veces, antes de que nos demos cuenta nosotros, a él ya le afecta. Entonces, si yo mejoro algo, de la misma manera lo plasmo en la vida de mi perro.

Si tu perro es un perro educado, pero a veces no te hace caso o hace cosas “raras”, mírate a ti primero. ¿Y si mi perro me está intentando decir algo? Si te paras y te observas, ¿está tu mente en lo que debe estar o está en mil cosas a la vez y ninguna de ellas es la que estás haciendo ahora? ¿O tienes algún problema que te pesa demasiado? La mayoría de veces será así, ya que, por regla general, tendemos a buscar fuera de nosotros en vez de mirar hacia adentro.

mindfulness con tu perro

 

Nuestro entorno nos influye, nos complementa, nos atrae o repugna y nos ofrece lo bueno y lo malo. Es muy importante entender cómo vivimos los problemas, por qué nos afecta una cosa de una manera u otra. Hemos de plantearnos la pregunta: ¿por qué me hace esto sentir así? ¿Qué puedo hacer para cambiarlo? Aceptar no significa tirar la toalla, aceptar significa poder cambiar y mejorar.

 

 

RESPIREMOS, OBSERVEMOS, MIREMOS HACIA UNO MISMO, ACEPTEMOS Y MEJOREMOS.

 

NO ESPEREMOS QUE LA SOCIEDAD CAMBIE POR NOSOTROS. NOSOTROS SOMOS LA SOCIEDAD. CAMBIEMOS NOSOTROS, NUESTRAS ACTITUDES Y FORMAS DE HACER LAS COSAS Y DE ELLO NACERÁN CAMBIOS. CADA GOTA CUENTA.

¿NOS VEMOS EN EL TALLER DE MINDFULNESS?

Mindfulness con tu perro, CANILAND, Educación y adiestramiento canino, Valencia