Pepe Medina: “El mantrailing es una de las mejores actividades que podemos practicar con nuestros perros”

Pepe Medina es profesor de mantrailing en Escuela Canina Caniland. Formado en el método Kocher por Ernest Capdevilla, guía canino de Bombers de la Generalitat y Mónica Díaz, Pepe practica mantrailing con su perro Sonic, el primer perro de la Unidad Canina de Bomberos de Valencia que practica esta disciplina.

¿Qué es el mantrailing?

En esta entrevista, Pepe Medina nos descubre los secretos del mantrailing.

El mantrailing está ahora de moda y esto está causando confusión. ¿Nos podrías explicar brevemente en qué consiste? ¿Qué método utilizas? ¿En qué se diferencia el traking del trailing?

En España, el rastro engloba todas las modalidades de búsqueda por olor de referencia. Dentro del rastro podemos encontrar diferentes disciplinas como el traking (el perro sigue la rotura del terreno) y el trailing (el perro sigue un recorrido siguiendo la estela de olor). En mantrailing, el perro sigue un trail (recorrido) siguiendo las partículas de olor que la persona desprende. Estas partículas pueden encontrarse a cinco o seis metros a ambos lados del trail, por lo que no necesariamente debe ir exactamente por donde ha pisado la persona. Dentro de la disciplina del mantrailing, yo trabajo con el método Kocher.

¿En qué consiste el método Kocher?

El método Kocher fue ideado por Kevin Kocher, un policía norteamericano que tras tener una enfermedad degenerativa y no poder trabajar más con sus perros, decidió compartir sus conocimientos con todo el mundo que quisiera aprenderlos.

Este método trabaja con una rutina de partida y unos ejercicios en función del nivel del perro. Trabajamos siempre en la motivación y no en la dificultad, y se trabajan diferentes componentes para preparar al perro en cualquier situación que se nos pueda dar. A medida que el perro va cogiendo experiencia, siempre seguimos trabajando el ejercicio base, que es la base de la motivación.

¿Qué órdenes se utilizan en mantrailing?

Las únicas órdenes que se le da al perro en mantrailing son “huele” y “busca”. Esto es otra de las cosas que me apasionan del mantrailing. El perro es perro y hace lo que mejor sabe hacer: seguir un rastro de una presa (en este caso, un humano que lleva su juguete/comida favorita). Nosotros solo debemos seguir a nuestro peludo y disfrutar.

¿Cuáles son los ejercicios básicos del método Kocher?

Tenemos tres ejercicios. El “Intensity” es el ejercicio base de este método y se entrena  durante toda la vida del perro que trabaje con este método. Es el ejercicio en el que se basa la motivación. Luego tenemos el “Retardado” o “Inicio retardado”, que es el paso intermedio para realizar posteriormente ejercicios sin motivación. El último ejercicio es el “Artículo de olor”. Podemos entrenar también un cuarto ejercicio, que iría antes que el “Intensity”,  y que se llama “Flip”. Este ejercicio se hace para perros noveles o cuando queremos subir la motivacion un poco más que con el «Intensity».

¿En qué consiste «leer» al perro?

El perro, durante el recorrido que realiza siguiendo el trail, está constantemente dándonos información. Cada giro de cabeza, cómo hace el giro, cada vez que tensa o destensa la correa, el comportamiento corporal del perro, el movimiento de la cola, si el perro pega la trufa al suelo o la levanta… nos está dando información que el guía debe saber interpretar. A esa interpretación de las señales que nos lanza el animal, le llamamos saber leer al perro. Cuando se hacen ejercicios sin saber el recorrido (ciegos) es básico saber interpretar al perro, ya que los perros pueden perder el trail, pero si el guía ha estado atento y ha sabido leer a su perro, puede volver al último lugar donde vio que el perro estaba trabajando y continuar.

¿Qué material es necesario para practicar mantrailing?

Lo más importante es una correa de unos seis o siete metros. Existen infinidad de correas de diferentes materiales, pero las de biothane o caucho son las más utilizadas para perros que tiran mucho, ya que estos materiales ayudan a un mejor agarre y evitan quemaduras en las manos del guía.

También utilizamos un arnés, que usaremos únicamente para los ejercicios de mantrailing. Debe ser un arnés que cubra la parte del pecho, de forma que cuando el perro trabaje se sienta cómodo.

Y por supuesto, el juguete, comida o ambos que más motive a nuestro peludo.

¿Qué características debe tener un perro de mantrailing?

Lo más importante es la motivación. No importa el tamaño ni la raza o la edad, sino que sea un perro que se sienta motivado por la comida o el juego, las caricias de su guía… cualquier cosa que motive al perro.  Habrá perros que entiendan el método antes que otros, unos irán más rápidos que otros, pero lo realmente importante es que tengan motivación por algo.

¿Qué tipo de perros puede practicar mantrailing? ¿A partir de qué edad se puede empezar y hasta qué edad se puede practicar?

Prácticamente, cualquier perro puede practicarlo. Hay razas más predispuestas como los perros de orejas grandes como el beagel, sabueso, teckel… que tienen mucho más desarrollado el olfato para seguir rastros con antigüedad, pero no hace falta que sean orejotas para hacer trabajos espectaculares.

A partir del mes y medio o dos meses de edad ya podemos enseñar a nuestro perro a trabajar mantrailing, enseñándole con ejercicios muy sencillos como que la información está en el suelo y que tienen que seguir una estela de olor.

En cuanto a la edad para dejar de practicar, sería más bien cuando el perro te  indique que ya no le interesa. Entonces, se puede bajar el criterio y hacerles ejercicios más sencillitos, pero si eres consciente de las limitaciones de tu perro, podrás practicar mantrailing toda su vida.

¿Qué diferencia hay en mantrailing operativo y el realizado como deporte o actividad para rehabilitar a un perro?

Existen algunas diferencias entre ambas. Se realizan las mismas rutinas de partida y prácticamente todos los ejercicios se pueden practicar, pero sí que es verdad que determinados ejercicios que se practican en el mantrailing operativo como por ejemplo los “castings” (consiste en ir realizando inventarios de olor en diferentes puntos susceptibles que haya estado la persona desaparecida hasta que el perro localiza el rastro y empieza a trabajar) son más complicados de trabajar, ya que perros y guías deben tener mucha experiencia. En perros que queremos rehabilitar por miedo, reactividad etc… procuramos centrarnos en trabajar la conducta/comportamiento que queremos modificar y aunque se trabajan componentes con diferentes dificultades, no realizamos este tipo de ejercicios.

¿Por qué se empieza a trabajar en un entorno urbano?  ¿No sería más fácil para el perro trabajar en una zona más abierta como el bosque, por ejemplo?

Empezamos en un entorno urbano y con calles estrechas para que el perro entienda que debe seguir un olor determinado para que cuando llegue a un cruce, le quede muy claro en qué dirección se fue la persona, ya que el olor está muy concentrado. Cuando hacemos el cambio a un entorno más abierto, el perro ha aprendido a seguir la máxima concentración de partículas, además de que en un entorno boscoso, las partículas huelen más, al haber más humedad.

La historia de Pepe Medina con el mantrailing

Ahora hablamos un poco más de ti:

¿Cuánto tiempo hace que practicas la disciplina de mantrailing?

Hace casi cuatro años.

¿Cómo conociste este modo de trabajo?

Empecé a trabajar en el mundo del perro de rescate y por mediación de mi jefe, amigo de Ernest Capdevilla, probamos a dos de mis perros y el listo de la manada resultó ser Sonic, que es ahora mi maestro de cuatro patas.

¿Por qué has elegido esta disciplina?

Me decanté por esta disciplina porque desde el primer momento me resultó muy interesante y diferente. A nivel profesional, las unidades de mantrailing están creciendo exponencialmente, ya que el perro de mantrailing da mucha información en los operativos de búsqueda. A medida que fui conociendo el método, me enganché  más y aunque disfruto mucho también con la modalidad de venteo, el mantrailing me apasiona cuando veo trabajar a los peludos, aparte de que el método es muy sencillo de entender. Leer al perro es lo complicado.

La otra parte del binomio se llama Sonic. Es un perro pequeño, mestizo de 6 años y adoptado, ¿por qué decidiste hacer mantrailing con él?

Pues digamos que de los seis perros que tenía en el momento en que me inicié, Sonic era el que demostró más interés en esta disciplina debido a que le motiva muchísimo la comida. Al ver que cada vez él disfrutaba más y que la conexión entre los dos tanto dentro del mantrailing como fuera crecía, nos metimos más en serio hasta el punto de que cuando Sonic ve el material de mantrailing, se vuelve loco de alegría.

¿Qué tipo de entrenamiento tiene Sonic?

Debido a que Sonic es un perro de rescate, no nos centramos únicamente en el mantrailing, sino que solemos entrenar otras habilidades para trabajar la conexión con el guía, propiocepción… Controlamos también la alimentación, tanto la de su dieta como la que le damos en los ejercicios de mantrailing. Lo que no solemos trabajar demasiado es obediencia, debido a que en mantrailing queremos que el perro sea perro y es él quien manda. El guía debe interferir lo menos posible y un exceso de obediencia puede hacer que el perro busque mi confirmación o mi orden.

Con Sonic suelo entrenar un mínimo de dos días a la semana, pudiendo llegar a hacer cinco o seis trails por semana, trabajando diferentes aspectos como antigüedad del trail, distancia, componentes nuevos, etc.

¿Consideras a Sonic un perro de trabajo?

Sonic es uno más de mi manada. Es mi maestro porque él me ha enseñado todo lo que sé de mantrailing. Los principios fueron muy complicados, ya que al ser un perro mestizo no tiene unos comportamientos claros como otras razas. Por ello, he tenido que estrujarme la cabeza para poder solucionar diferentes aspectos, pero la constancia, el tiempo y el verlo disfrutar (para mí lo MÁS importante) ha hecho que sigamos adelante y que Sonic se haya convertido en Supersonic.

Y aunque Sonic no es el estereotipo “típico” de perro de trabajo, está considerado como tal, ya que entrena lo mismo  que cualquier perro de rescate, lo que suele chocar cuando vamos a algún operativo y saco al pequeñajo a trabajar.

¿Qué cambios has notado en vuestra relación gracias al mantrailing?

Son muchos. Partiendo de que Sonic es un perrete con sus limitaciones, sus miedos y sus inseguridades, gracias al mantrailing hemos conseguido minimizar esos aspectos, convirtiéndolo en un perro más seguro, que toma sus propias decisiones. Lo bueno que tiene el mantrailing es que el perro no tiene normas, él olfatea y yo lo sigo… y trabaja muchísimo más con la nariz, ganando confianza en sí mismo, con lo que todas esas limitaciones e inseguridades han ido desapareciendo.

Como profesor, ya que has trabajado con varios perros, ¿piensas que el mantrailing podría ayudar a los perros con problemas de conductas?

Creo que el mantrailing es de las mejores actividades que podemos practicar con nuestros peludos. Es una disciplina que puede ayudar a los perros inseguros como parte de su rehabilitación para ganar confianza en sí mismos, ayuda a que tengan que tomar decisiones, aprenden a gestionar y utilizar la nariz. Los perros con mucha excitación aprenden que si no se calman y se concentran en el olor, no consiguen el premio; con perros reactivos se puede trabajar como parte de su rehabilitación consiguiendo que esa reactividad desaparezca cuando están trabajando y, posteriormente, en su día a día. En general, es una disciplina que es muy divertida tanto para guías como para los peludos. Y puede ser una buena herramienta para rehabilitar perros con problemas.