Hoy en día, cuando cada vez más gente se da cuenta de que no estamos viviendo en el presente, que estamos demasiado pendientes del futuro o del pasado, te resultará extraño que dos educadoras caninas te digan: “Mira hacia atrás“.
La nueva tendencia de vivir el presente es muy buena, aunque siempre tiene que haber un equilibrio entre saber lo que ya pasó, lo que está pasando ahora y lo que tal vez pase en el futuro.
Trabajando con animales, uno aprende que a veces hay que mirar hacia atrás. “Pero si ellos sí que viven en el presente“, me diréis. Por supuesto, y son muy buenos en ello. Pero yo quiero hablar de la capacidad humana de anular todos nuestros logros.
Si miráis a los animales, cuando consiguen saltar un obstáculo, al que tal vez antes le tenían miedo, disfrutan de lo que hay en el otro lado (lo que era la razón para cruzar). ¿Se alegran de haber cruzado? Sí, pero la alegría está dirigida al presente, a la comida que hay detrás de esa valla, al dueño que les da mimos, al otro compañero animal con el que estar, al prado por el que correr.
Sin embargo, los humanos tenemos una inmensa capacidad para no prestar atención a las cosas que ya hemos logrado. Porque lo logrado, está hecho, ya es nuestro, lo tenemos por derecho. Y realmente no lo disfrutamos. En cuanto conseguimos una cosa, nuestra mente ya está en la siguiente, en todo lo que falta por hacer, por aprender, por lograr…
Y ¿qué tiene que ver todo esto con los perros? Es muy sencillo. En muchísimas ocasiones hemos visto cómo el perro avanza en su trabajo, ya sea de rehabilitación de comportamiento, de entrenamiento, educación… y los propietarios sólo ven lo que les falta por hacer, lo que todavía no sabe hacer su perro, lo que sigue haciendo mal…
Y por eso, digo: “¡¡¡¡Mira hacia atrás!!!!” Aprendamos a apreciar todo lo que hemos logrado, todo lo que hemos conseguido, todo lo que ya tenemos. Mira todo lo que ya has mejorado junto con tu perro. Por muy pequeños que te parezcan los logros, disfrútalos. Porque las cosas pequeñas hacen las grandes, porque así se vive en el presente, porque mañana tal vez no lo tendremos…