Todos tenemos claro que los humanos y los perros tenemos diferencias como especies. Pero lo que no nos planteamos es que esas diferencias, a veces, nos llevan a no entender a los perros porque los miramos desde un punto de vista humano. Por ello, os queremos transmitir la importancia del olfato canino en la vida emocional de un perro y, sobre todo, en una modificación de conducta.
Así pues, en cuanto a los sentidos que utilizamos para percibir la vida, los humanos priorizamos la vista, a pesar de que vivimos en un mundo multisensorial con diferentes áreas como el espacio, los sentidos y las emociones. Sin embargo, abusamos de la vista y al no utilizar mucho los otros sentidos, hemos perdido inteligencia sensorial.
Tener en cuenta esto es muy importante a la hora de relacionarnos con nuestros perros, ya que ellos perciben la vida a través del olfato y utilizan todos los sentidos de una manera más equilibrada. Esta diferencia hace que nos cueste entender a los perros, sin embargo, es fundamental si queremos tener perros equilibrados y que nuestra relación con ellos también lo sea.
Los humanos nos hemos vuelto ciegos a otros sentidos como el olfato, sobre todo, cuando vivimos en las ciudades donde los olores pueden ser desagradables. Incluso, en los hogares, tenemos olores desagradables para un perro como los productos de limpieza. Nosotros no somos conscientes de ello, pero ellos, sí.
Marcos J. Ibáñez, experto en comunicación y conducta canina, nos explica la gran importancia que tienen los olores para los perros, ya que ellos, “a través del olfato observan el mundo desde un nivel más profundo. A través del olfato, los perros detectan cosas imposibles de detectar para los humanos como cambios hormonales, alérgenos o enfermedades como diabetes o cáncer. Entender este hecho es fundamental para que los humanos comprendan la importancia del olfato en la gestión emocional de los perros”.
Si los humanos fuésemos capaces de entender la importancia del olfato para los perros, nos cambiaría la forma de comprenderles y tratarles, pero en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera somos conscientes de la importancia de los olores para nosotros.
“Sin embargo, todos volvemos a la infancia cuando olemos la crema de manos que usaba nuestra madre, el olor de la casa donde veraneábamos de pequeños o el jabón de manos que usaba nuestra abuela. Y el olor a café de la mañana… mmmmmm nos encanta y nos hace sentir bien. El olor a nuestra primera colonia o cómo olía nuestra primera pareja nos transporta a nuestra juventud. Y si esto nos ocurre a los humanos, ¿podemos llegar a entender cómo afectan los olores a las emociones caninas?”, explica Marcos.
El perro tiene una capacidad olfativa unas 260 veces mayor que la de los humanos. Por ello, es muy importante que los humanos que conviven o trabajan con perros exploren:
qué es el olfato canino, cómo funciona y su impacto a nivel emocional y conductual.
En el Seminario Gestión Emocional a través del Olfato se ofrece la formación necesaria para entender este importante hecho que nos cambiará la manera de entender y de relacionarnos con nuestro perro. También se proponen ejercicios prácticos para trabajar la cognición a través del olfato canino.
Marcos asegura que “si cambiamos la percepción olfativa, cambiamos la conducta del perro porque hay olores asociados a emociones. Hay ciertos olores que, de forma natural o por asociación, les hace reaccionar de forma concreta. Por ejemplo, ciertos cambios en el entorno odorante, activan un comportamiento de alerta y/o defensivo en los perros. Si somos capaces de dar al perro las herramientas para una exploración adecuada, le facilitaremos no solo el acercamiento, sino también sus habilidades de exploración en situaciones de conflicto. Se trata de darle al perro estrategias de utilización del olfato para modificar su conducta”.
Se trata, pues, de técnicas de modificación de conducta utilizando el olfato.
“Cuando se trata de solucionar los problemas de conducta en los perros, debemos identificar el problema para comenzar a trabajarlo. En esta fase de identificación, suelen pasarse por alto muchos aspectos relacionados con los olores. Incluso, los pocos ejercicios de nariz que habitualmente se utilizan, en demasiadas ocasiones se centran más en los aspectos cognitivos y no tanto en los aspectos emocionales. Así que, debemos afrontar el problema desde una perspectiva más perruna y menos humana”, comenta Marcos.
Hay que entender que esos cambios son muy importantes para el perro, ya que ellos lo perciben todo desde el olfato, de una forma tan enriquecida, que difícilmente nos cuesta entender. Por eso, estas técnicas ayudan a la modificación de conducta, ya que el olor conecta de una manera directa con las emociones del perro y les hace actuar de una manera o de otra. Por ejemplo, a los perros les encanta el olor de su propietario, pero a un macho puede no gustarle el olor de otro macho y le haría reaccionar ante él.
“Por ello, siendo conscientes de la importancia del olfato para la conducta de un perro, se trabajan ejercicios de olfato que les hagan asociar ciertos olores a cosas agradables. La forma de procesar los olores de un perro es muy complicada, mucho más de lo que creemos saber. No sabemos qué huele exactamente un perro, pero sí sabemos que lo que huele conecta directamente con su cerebro a través de las emociones y que esto le lleva a tener una conducta u otra”, asegura Marcos.
«Con los ejercicios adecuados, se trabaja cómo percibe el perro la emoción desencadenada por un olor».
Todo esto lo veremos en el Seminario Gestión Emocional a Través del Olfato. Un curso dirigido tanto a propietarios de perros como a educadores caninos que quieran trabajar la modificación de conducta de una manera más eficaz y teniendo en cuenta la importancia del olfato en los perros.
También puede realizarlo cualquier persona que tenga un perro y quiera comprenderle mejor, entrar en su mundo olfativo, entender sus emociones, su conducta, su manera de vivir la vida. Con este curso, aumenta el vínculo con el perro porque descubrimos una nueva manera de mirarles, de entender su mundo e incluso de ayudarles. Conseguiremos mejorar nuestra relación con los perros y ayudarles a mejorar la relación con otros perros. Haremos que su mundo mejore, simplemente porque les entenderemos.
Porque aprenderemos a “ver” el mundo desde la nariz.
Interesante reto, ¿no os parece?
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